
Nunca le había prestado atención; siempre paso distraída y media dormida por ahí. Pero hoy mi vista se clavó en esa vaca embalsamada con los ojos petrificados, eternamente abiertos y sin vida. Qué espanto! Supuestamente en ese restaurante se come “la mejor carne argentina”, pero no sé en qué habrán estado pensando los estudiosos del marketing cuando decidieron que la manera de atraer a la clientela sería esa.
Verla ahí, paradita arriba de un carro con ruedas, para poder trasladarla de aquí para allá, me pareció desolador y cruel. Me hizo recordar mis años de estudiante, cuando en el desabastecido laboratorio del colegio, nos mostraban algún que otro animalito embalsamado y a mi me representaba algo tan de mal gusto.
Si el Dr. Pedro Ara (quien embalsamó el cuerpo de Evita) leyera esto, seguramente discreparía. Pero no me interesa. Lo que le hicieron a la difunta Eva también fue un horror. Innecesario y morboso.
De haber podido elegir, seguro que no optaba por esa opción. Convertirse en una carcasa vacía de exhibición, donde antes hubo sangre corriendo por las venas, latidos, urgencias y vida. Ni en sus peores pesadillas debe haber imaginado ese fin. Y la impotencia de no poder hacer nada consigo misma. Con ese cuerpo que ya no le pertenecía, que tan de otros lo habían convertido.
Triste fin el de Evita, Shakesperiano, cinematográfico. Pero más real que el hambre en África.
No quiero sonar exagerada, pero me parece una violación post mortem que embalsamen los cuerpos. Humanos o de animales.
Muchos dirán que esto es milenario, que dónde está la novedad. Pero no por eso va a dejar de parecerme una práctica detestable.
No me gusta el ciervito colgando de la pared, donde los cuernos que antes cumplieron la altruista función de defensa, hoy sólo sirvan de perchero.
No al embalsamamiento! No a las alfombras de cueros de animales! No a los tapados de piel no sintética! No al marfil de los pobres elefantes!.
Seamos todos vegetarianos! Digámosle si a la milanesa de soja, al brote de soja, a la leche de soja (soy pequeña productora muchachos, ayúdenme a seguir juntándola en pala!).
En fin, creo que me desvié del camino…de qué hablaba? Ah, si, ya me acordé. Pobre vaquita, terminar así, usada de carnada para estómagos ávidos de un pedazo de carne!!!!!
Fer
Verla ahí, paradita arriba de un carro con ruedas, para poder trasladarla de aquí para allá, me pareció desolador y cruel. Me hizo recordar mis años de estudiante, cuando en el desabastecido laboratorio del colegio, nos mostraban algún que otro animalito embalsamado y a mi me representaba algo tan de mal gusto.
Si el Dr. Pedro Ara (quien embalsamó el cuerpo de Evita) leyera esto, seguramente discreparía. Pero no me interesa. Lo que le hicieron a la difunta Eva también fue un horror. Innecesario y morboso.
De haber podido elegir, seguro que no optaba por esa opción. Convertirse en una carcasa vacía de exhibición, donde antes hubo sangre corriendo por las venas, latidos, urgencias y vida. Ni en sus peores pesadillas debe haber imaginado ese fin. Y la impotencia de no poder hacer nada consigo misma. Con ese cuerpo que ya no le pertenecía, que tan de otros lo habían convertido.
Triste fin el de Evita, Shakesperiano, cinematográfico. Pero más real que el hambre en África.
No quiero sonar exagerada, pero me parece una violación post mortem que embalsamen los cuerpos. Humanos o de animales.
Muchos dirán que esto es milenario, que dónde está la novedad. Pero no por eso va a dejar de parecerme una práctica detestable.
No me gusta el ciervito colgando de la pared, donde los cuernos que antes cumplieron la altruista función de defensa, hoy sólo sirvan de perchero.
No al embalsamamiento! No a las alfombras de cueros de animales! No a los tapados de piel no sintética! No al marfil de los pobres elefantes!.
Seamos todos vegetarianos! Digámosle si a la milanesa de soja, al brote de soja, a la leche de soja (soy pequeña productora muchachos, ayúdenme a seguir juntándola en pala!).
En fin, creo que me desvié del camino…de qué hablaba? Ah, si, ya me acordé. Pobre vaquita, terminar así, usada de carnada para estómagos ávidos de un pedazo de carne!!!!!
Fer