martes, 29 de diciembre de 2009

Gracias por tanto. Perdón por tan poco.


Dicen que un amigo es como un hermano, pero elegido. Por eso te considero mi hermano, Amigo.
Y no me acuerdo el instante en el que te elegí (seguro que vos sí), pero la sensación es la de haber nacido juntos. Me pasa con las personas que amo, que me cuesta recordar cómo era la vida antes de tenerlas y es por eso que en cada recuerdo que evoco estás. Bendito destino el que nos cruzó.
Para mi es un alivio tenerte, saber que pase lo que pase, vos vas a estar. Y el sustantivo Amistad dejó de ser abstracto el día que te conocí.
Para mí, la Amistad es tu generosidad, tu infinita generosidad, tus detalles, tu amor inmenso hacia Lara, tu don de gente. Para mí, querido Amigo, la Amistad sos vos.
Y es por eso que te agradezco que me la regales día tras día y por siempre. Yo la cuido más que a una olla llena de arroz con leche y canela (y vos sabés lo que eso significa), la riego mejor que a mis jazmines más lindos, la valoro muchísimo más que a una siesta añorada desde hace siglos; y no tengo ningún mérito por eso. Es lo menos que puedo hacer en retribución a tanto.

Tomá mis fuerzas, te las regalo,
Soy tu bastón si estás cansado,
Y toda oídos si necesitar contarme algo.

Te traería la bombonera a tu casa,
Con tus jugadores más admirados,
Y haría que llenen de goles al contrincante
Y grites hasta la disfonía, y te abraces con desconocidos
Y rías y festejes y llores de alegría.

Haría todo eso, sólo por darte un ejemplo. Porque haría lo que fuera para verte feliz.

Te quiero, Amigo.
Te adoro, Hermano.

Fer

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Vermouth con papas fritas y...good show!


Llegan las Fiestas, benditas fiestas; motivo de peleas, reencuentros, reconciliaciones, quemaduras de tercer grado, nostalgia, risas, regalos, frutas secas, campañas solidarias (si! a los pobres se los recuerda más en diciembre), dietas líquidas de último momento para poder saborear el lechón que llevó horas asándose a fuego lento, no sea cosa que se arrebate.
Estudios psicológicos (¿) afirman que las Fiestas (entiéndase: 24 y 31 de diciembre), y en especial La Noche Buena, generan depresiones y estados de tristeza variados en las personas. Gran porcentaje de las sobremesas terminan con revoleo de copas y promesas de no volver a verse por lo que les quede de vida.
Por qué se dará este fenómeno? Estaremos todos más sensibles? Será el cansancio acumulado a lo largo del año? Será la caótica situación nacional cuasi circense en la que estamos inmersos? O acaso será que ya perdimos la capacidad del diálogo sereno, de la cena compartida, de disfrutar cada bocado, sin el acelere cotidiano? O simplemente la incongruencia de la especia humana de echar todo a perder.
Me juego por esto último. Y a modo ilustrativo cuento una anécdota (patética).
Hace dos años, yo trabajaba en una productora de publicidad y todos los días, para esta época, llegaban regalos de distintas empresas, destinados a los cargos mas “jerárquicos” (imposible encanutarlos). Algunos eran obvios, por la forma: botellas de vino, champagne, copas; los había también enigmáticos, como los que venían en cajitas inviolables a prueba de curiosos (qué mal me hacía eso). Pero ninguno parecía ser gran cosa.
Hasta que un día llegó una canasta inmensa, y cuando digo inmensa quiero decir eso: INMENSA de productos comestibles carísimos, dirigido a nadie, es decir, a todos. Por lo que el gerente propuso un sorteo. Fair play.
Lo que jamás imaginé fue que él iba a incluirse en la lista, junto con el dueño y demás personas que ya habían recibido de todo en lo que iba del mes. Me pareció un chiste de mal gusto. Un álter ego del peor ratón de puerto. Pero ahí estaban uno a uno sus nombres, chequeados por el mentor de la idea.
Y lo que menos de menos imaginé fue que en el revoleo de los papelitos, fuese él quien se la ganase. Todos pensamos que se haría a un lado y la volvería a sortear, pero no estaba en sus planes hacer tremendo acto de bondad.
Se hizo a un lado, sí, pero con el premio que no cabía en sus manos y enfilando a la puerta de salida.
Ahí lo tienen; algo que había generado expectativas, entusiasmo, quedó opacado por la actitud individualista de este señor. Cómo no deprimirse entonces? si son y siempre serán/unas raaaaaaaaaaaatas.

Felices Fiestas!
Salud
Amor
Trabajo
Paz
Mucha Paz

Fer (Felisamemuero!)

jueves, 3 de diciembre de 2009

La pregunta del Millón


Y? cuándo nos vemos? Tenemos que arreglar!!!!!!
Cuántas veces al mes, por dar un parámetro de tiempo, decimos esa frase? Yo, muchas. El problema, como es de suponer, no es la frase en sí, sino la imposibilidad de concretarla.
Y me arriesgo a decir que eso de debe a dos factores preponderantes: La escasez de tiempo libre y falta de voluntad. Y el primero en mayor medida.
A lo que voy: todos vivimos a mil, si no es el trabajo, son los hijos, si no son los hijos, la casa, si no es la casa, la pareja, sino, la familia o todo eso junto.
Pero cuando uno tiene ganas verdaderas de estar con el otro, de compartir un rato, la voluntad de generarse ese espacio, tiene que aparecer, o no?.
Supongamos que la voluntad aparece, perfecto. Coordinás día, lugar y hora. E inmediatamente sale a escena un monstruo muy malo: el cansancio, temible por sus bostezos eternos y cleptómano peligroso: nos roba las ganas de todo.
Entonces, a darle batalla. No es fácil. Pero es necesario. Como una marca de limpiadores de piso que decía “Péguele una patada al balde”!, nosotros hagamos lo mismo, pero con la rutina, con la falta de ganas, de proyectos, de priorizar lo importante. Que son, sin lugar a dudas, los afectos.
Escucho a Serrat decir “prefiero el tiempo al oro, la vida al sueño. El perro al collar, las nueces al ruido. Y al sabio por conocer, a los locos conocidos".
"Prefiero querer a poder, palpar a pisar, volar a correr, hacer a pensar, amar a querer, tomar a pedir.Antes que nada soy, partidario de vivir” y no puedo más que coincidir.
Yo tambien prefiero las ventanas a las ventanillas y la revolución a las pesadillas.
Seré copiona, qué me importa. Qué culpa tengo yo, de que él exprese tan bien lo que nos sucede a la mayoría de los mortales?
Fer (llamame, te llamo, me llamás?)