miércoles, 29 de julio de 2009

Sobris


Frases célebres de mis sobrinitos:


Cynthia: - Lourdes!, no toques eso que tiene microbios!
Lourdes:- Tiene tucrobios???
(sólo a ella se le podría haber ocurrido)


Tato bebé:

La abuela Ester se quedó al cuidado de Tomás, y él se puso a llorar cuando se fue su mamá al trabajo. Ella, para que se tranquilice, con vos de autoridad, le dijo:

- Tomás, anda a la cama ya mismo! Tomá la leche y dejá de llorar! Que tu mamá se fue a trabajar y en un rato vuelve. Tomás se fue calladito a la cama, bien obediente.

(cuando Erika volvió del trabajo)

Tomás: - mamá, abuela Eter, letó (retó). A pama! A pama!!!!

(Tatito, en su idioma, mandó al frente a su abuela)

Lourdes (cuando se enteró de la anécdota y quien es solo 4 meses más chica que Tato):
-Vieron que Tato habla como bebé??? Dice “pama” y en realidad se dice “cama”!!!!


Inicio de clases de jardín de Lourde y Tomás:

Yo: - Lou, cómo se llama tu jardín?
Lourdes: La tortuga Juanola!

Tato, y el tuyo cómo se llama?
Tato: -Jardín.
(genial)

Bautismo de Larita. Lourdes llorando por no sé qué cosa.

Tomás: - callate mentilosa!!!!!! Si no se te cae ni una lámima!!!!


Nacho bebé

Lloraba y le decía a su mamá: quiero mi mi mi mi tos!!(sollozando)
Vani (mamá de Nacho): qué querés? Tu tos??
Nacho: mi mi mi mi tos!!!
Vani: Nacho, dejá de llorar, hablá bien, así no te entiendo.
Nacho: quiero mimitos!!!!!
(mi vida!!!!!!)





Tomás, quien hace unos meses viene cambiando su nombre por “Lucas Nacho”.

- Tía, estuve pensando que mi hermano se llama Luca…entonces no me voy a llamar más Lucas, ahora soy Kevin Once-
Yo: - quién es Kevin Once, Tato?
Tato: - el de Ben diez. Éste ( y me muestra una foto del álbum)
Yo: - Tato, pero es malo!
Tomás: Si!!!!! Pero tiene once alienígenas! Y Ben tiene diez!
(avisaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!)



Luca, yendo a rendir.

Tomás, desde la ventana le grita: “Luca, mandá fluta!!!!!”
(mortal)

Luca, cuando era chiquito y cantaba con una guitarrita de juguete:

“Solooooooooo le pido a Diooooooosssssssssss, que la guerra no me sea indiferente”

Ó, ….Comandante, chequepaaaaaaraaaaaa.
(Genial)


Todos los nenes almorzando

Erika: - chicos, tienen que decirle al tío Luciano que los lleve al Parque de la Costa!
Todos al unísono: - Siiiiiiiiiiii!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Nacho: tía, además, es “diversión segura!”

(jajajjajajajja!!! El slogan pegó como loco!)



Esas son sólo algunas de las anécdotas que recuerdo. Debe haber cientos más, porque cuando están juntos da placer escuchar sus diálogos. Mi sobrinitos son uno de los tesoros más grandes que tengo.
Por orden de edad: Luca, Nachi, Tato y Lourdes…LOS AMOOOO!!!!!!!


Fer (tía Shey)

lunes, 27 de julio de 2009

Fesco pa´chomba


Definitivamente el invierno es la estación menos glamorosa del año. No hay manera, con este frío polar, de no parecer un oso amorfo con tanto abrigo encima.
Admiro a las mujeres que aún en estas circunstancias, se le animan a la pollera.
Hay que ser corajuda para decidir a la mañana, bien temprano, dejar en casa el pantalón y permitirle a la falda salir con nosotras. Yo, si pudiera ponerme un buzo térmico, como los que usa mi papá cuando viaja al Sur, lo haría. No tolero el frío.
Las colchas me pesan en el cuerpo, pero prefiero eso a quedar expuesta a la impiedad de las bajas temperaturas. El viento que se filtra por los ventanales, me hace burlas por la noche y logra ponerme de mal humor. El caloventor, en cambio, me guiña un ojo con su motorcito funcionando a todo vapor; poniendo en riesgo su vida para salvaguardarme de este castigo que es el invierno.
Necesito sol, que caliente con ganas, no estos rayitos débiles que no pueden con su alma. Quiero llegar a casa y que sea de día. Y andar en remera por la vida, sin tener que pasar por el “efecto cebolla” cada vez que llego a un lugar cerrado.
No suelo beber alcohol, pero estaba pensando en algún licorcito de dulce de leche o un rico baileys como para hacerle frente a la factura de gas, que vino sin que nadie la llamara, decidida a darme un buen patatús.
La otra es hibernar como hacen los osos o las tortugas, pero eso me generaría un pequeño inconveniente financiero.
Hay que pasar el invierno, y ni siquiera sé tejer. Para mi fortuna la tengo a mi hermanita, que en cualquier ratito libre, hace una bufanda.
Vuelve/vuelve/primavera/vuelve/vuelve/que te espero/…

Fer (emponchada)

martes, 21 de julio de 2009

Y llovía llovía...


El sonido de la lluvia me inquieta un poco; le tengo pánico a las filtraciones que suelen producirse en los techos y al goteo incesante del agua contra el piso, cual reloj marcando los segundos.
Los días de lluvia deberían ser decretados feriados nacionales. Para evitar accidentes, colapsos de tránsito, salpicones molestos y baldosas engañosas.
Y a cambio, deberíamos tener la posibilidad de quedarnos en casa, tapados hasta el cuello, viendo una buena película, o durmiendo, o haciendo lo que a cada cual le brinde mayor placer (yo opto por dormir).
Porque noto cierta incompatibilidad entre persona con paraguas y microcentro.
La convivencia de ambas resulta una peripecia. Las veredas son demasiado angostas y definitivamente no hay lugar para todos. O te mojás (y circulás) o no te mojás y alguien pierde un ojo. Hay que optar por lo menos dañino. Yo, prefiero mojarme, no sé… digo, de pronto, me parece.
Y si bien esa opción es considerada la más sana en términos inmediatos, estar mojados puede traer serias complicaciones. Podríamos llegar a convertirnos en presa fácil para el virus H1N1 que anda como loco buscando refugio en nuestros pobres seres atemorizados y llenos de alcohol en gel.
De algo hay que morir? Eso dicen, pero yo preferiría, si no les molesta, pasar un par de inviernos más.

Fer (aaaachís y me tapo con el antebrazo)

miércoles, 15 de julio de 2009

LLame ya!!!!


Thank you for calling the (nombre de la empresa, que variaba según el llamado) Rebate Center, what can I do for you?

Fui cómplice de una mentira, llegó la hora de confesarlo. Fui víctima de la globalización, de este país devaluado y del consumismo a cambio de premios.
Nunca en la vida imaginé que saber inglés, iba a convertirme en tan buena actriz.
Trabajé en el call center de la Empresa Cube Corp, quienes te entrevistaban en sus hermosas oficinas de Puerto Madero, pero una vez contratada, el lugar de trabajo era Pacheco. Eso sí: vos llegabas como podías, atravesando flechas, baldíos y algo de barro los días de lluvia; pero a la vuelta, ellos tenían la gentileza de acercarte a puntos estratégicos por una módica suma de un peso con algo diario. Una ganga.
Nos “entrenaban” para mentir, nada de ser improvisados. No señor. El lema era: si miente, que no se note. Y si se nota, no cobra el premio. No ha llegado al objetivo. I am sorry for you darling.
Entonces, eso se traducía, para que lo entiendan, en atender llamados de Estados Unidos y Canadá, simulando estar en Chunhunsen, Minesotta (no tengo la más remota idea de dónde queda eso, apenas si me sale pronunciarlo), pero, obviamente, desde Pacheco, a pasitos del Tropi Tango Bailable.
Los llamados eran, básicamente, para canjear premios que la gente accedía luego de haber comprado algún producto (celulares, tarjetas de memorias, vinos) y enviado los respectivos requisitos para “aplicar al otorgamiento”. Pero oh, casualidad! siempre algún papelito faltaba y el premio no era concedido. Una real engaña pichanga para incrementar las ventas. Y el rosario de insultos por no darles lo que creían merecido, era digno de una cadena de oración. Interminable.
Y ni pensar en cortarles, ni acotar algo, porque siempre había alguien supervisando la llamada y si llegaba a escucharte, zas! Otra vez no cobrabas el premio.
Sin excepción, así quedase fuera de contexto, había que decir al menos un “apologize” (pedido de disculpas) POR QUÉ??? Si no te hice nada para que me disculpes!, pero no importaba, había que hacerlo.
El tema del tiempo de llamada era otro ítem fun-da-men-tal. Todo quedaba registrado. Nada pasaba desapercibido por el sistema buchón de minutos y milésimas de segundos. Hasta ir al baño era una complicación. Y si no llegabas al tiempo impuesto, quedabas vilmente escrachado en un pasillo donde se encontraban los “lentos”. Humillante.
Lo mejor del día era cuando entraba una llamada en español, que por regla general, se atendía en inglés; pero cuando del otro lado solicitaban “alguien que hable español”, lo que se hacía era decirles que aguarde unos minutos, se lo ponía en espera, y con otra voz, como si fuésemos la entrañable Milagros López, le decíamos: gracias por llamar al centro de rebate, en qué puedo ayudarlo? Y ahí sí que lo disfrutaba. Un día era cubana, otro portorriqueña, otro venezolana. Era lo único que me divertía, en ese clima de cuasi colegio secundario.
Cuando mis sentidos se rebelaron, me fui. Sin saber aún, que esa experiencia iba a transformarse en crónica.

Fer (ya no llame, se vendió!)

martes, 14 de julio de 2009

Las Crónicas salieron en la revista Oblogo!


Para los que quieran chusmear, pueden entrar al siguiente link: http://oblogo.com/pdf

Besos,
Fer