Yo de fútbol no sé casi nada; o
sea, no sé de reglamentos, de tiros de esquina, de saques de mitad de cancha,
de faltas … pero sí sé y entiendo de sentimientos, de pasiones, de amores y de
sombras. Y Fede anda con el alma por el piso porque vislumbra, en el club de
sus amores, el principio del fin. Tristísimo.
En un intento de buena onda exagerada, le digo
que tenga fe, que seguramente salga de este trance complicado y él me mira con
ganas de cagarme a trompadas pero focaliza esas ganas en un “pongan huevo la
puta que los parió que nos vamos al descenso”. A mi un poco de miedo me da porque mientras
dice eso se toca el pecho, trata de tranquilizarse sin lograrlo y se sumerge en
un mundo de taquicardias y gritos al borde de la disfonía. Qué bajón.
Ayer, apenas se despertó lo
escuché decir en voz baja y con los puños cerrados “cuervo, el mejor regalo del
día del padre sería que ganen” y me dio como un poco de cosa que los nenes le
dieran lo que le habíamos comprado, que definitivamente no era la victoria de
San Lorenzo. Pero por suerte puso cara de ay que lindo todo, me encantó, me
encantó, pero lo único que quiero en la vida es que San Lorenzo gane. Y no fue
así. San Lorenzo empató, resultado que posiciona al cuervo al borde de la
cornisa (de la B, claro está) y a Fede al borde del borda (que dicho sea de
paso, sigue sin gas). El panorama no es el mejor, pero
VAMO´CUERVOCARAJOPONGANHUEVOLACONCHADELALALORAQUETENEMO´QUEGANAR!.
Fer (la B también es de bueno, o
no?)