viernes, 18 de mayo de 2012

Arroz con leche


Sólo los que preferimos morir, a vivir sin arroz con leche, sabemos lo que significa hacer una promesa que tenga que ver con la abstinencia de este cáliz de salvación.
Durante un año, con todos sus días y sus noches y sus domingos de sobremesa y sus sábados aburridos y sus hojas amarillas y sus pimpollos en flor y su frío insoportable y su calor agobiante y todísimas sus lunas, yo viví sin probar bocado de eso que para mí, es pura vida: El arroz con leche.
Todos, alguna vez, prometimos algo frente a alguna situación límite, y yo no tuve mejor idea que prometer algo casi imposible. Valía la pena el intento… mi papá estaba internado con una infección pulmonar y lo único que quería en la vida era volver a verlo bien, subido al camión, haciendo embroncar a sus nietos y dando órdenes a su harén de mujeres, que tan sabiamente Dios le concedió.
Entonces pensé que si no tenía a mi papá conmigo, ningún arroz con leche iba a ser rico, ni iba a tener la canela justa, ni el punto exacto de hervor de la leche, ni el sabor de la infancia, ni nada parecido a la felicidad.
Me costó mucho sobrevivir a esa experiencia. No faltó quien hizo una tremenda olla y puso a prueba toda mi integridad. Pero no, mi papá ya había vuelto al ruedo, con su infinito amor, su malhumor, sus viajes y su cansancio. Y lo menos que podía hacer, aunque suene una pavada, aunque sepa fervientemente que Dios no necesita de esas cosas,  aunque todos los aunques del mundo, lo que menos podía hacer yo, era no comer arroz con leche.
Hoy, que ya he pasado airosa la prueba, que ya entendí otras cuestiones, que tengo la tranquilidad de estar en manos de Dios y saber que nada es imposible para Él; además de darme una panzada de arroz con leche, hecho con arroz doble carolina y lleno de canela en rama, voy a darle infinitamente las gracias por tanta generosidad.

Fer (la canción de arroz con leche/me quiero casar/con una señoritA de San Nicolás/ es un avance para la época. Hablaba sobre una viudita que se quería casarse con una señorita. Digo…todo tiene que ver con todo, o no?)

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