En extrema solidaridad con el mejor amigo del hombre, es que escribo esta Crónica. Como ellos no pueden hablar en un idioma humanamente comprensible, me transformo en su voz para denunciar públicamente a los paseadores de perros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Puntualmente, a los que se juntan en la Plaza de Tribunales a charlar con otros paseadores, mientras los pobres caninos ladran hasta el hartazgo aturdiendo a cuanto peatón pase por ahí.
A mi también me resulta insoportable ese sonido monosílabo, pero los comprendo. Les vendieron fruta podrida. A ellos les dijeron: a partir de mañana vas a salir a pasear, a caminar, vas a gastar energías, ya que este semipiso será divino, pero no tiene ni pasto sintético para engañarte. Hasta ahí todo muy lindo. Ellos habrán esperado ese día con ansia y expectativas, pero se encontraron con la desgracia de ser “paseados” por estos insensibles que los hacen caminar unas pocas cuadras, todos atados, chocándose unos con otros, y una vez que llegan a la plaza, que se olviden de estar sueltos.
Los atan a la reja y ahí los dejan, hasta que pase la hora que cobraron y vuelvan al encierro de sus departamentos.
Ahora bien, mi duda es la siguiente: los dueños de esos perros, no dicen nada???!!!! Ése es el trato? Te pago para que me traslades de lugar a la mascota?
Que ya mismo se haga presente algún organismo de Defensa al Animal!! Acá hay perro encerrado!!!! Encadenado! En manos de corazones de hojalatas. Así cualquiera se gana la vida, tomando sol, fumando y haciendo sociales!
Si nadie toma cartas en el asunto, me veré en la obligación de atar a estos muchachos a los árboles con las propias correas de los perros que pasean, para que sientan en carne propia lo horrible que debe ser querer hacer medio metro y sentir la limitación de algo que te aprieta bien fuerte el cuello.
Guau! Guau! Guauuuuuuuuuu!!!!!!No por favor, no me lo agradezcan! Ha sido un placer.
Fer (imparable)
A mi también me resulta insoportable ese sonido monosílabo, pero los comprendo. Les vendieron fruta podrida. A ellos les dijeron: a partir de mañana vas a salir a pasear, a caminar, vas a gastar energías, ya que este semipiso será divino, pero no tiene ni pasto sintético para engañarte. Hasta ahí todo muy lindo. Ellos habrán esperado ese día con ansia y expectativas, pero se encontraron con la desgracia de ser “paseados” por estos insensibles que los hacen caminar unas pocas cuadras, todos atados, chocándose unos con otros, y una vez que llegan a la plaza, que se olviden de estar sueltos.
Los atan a la reja y ahí los dejan, hasta que pase la hora que cobraron y vuelvan al encierro de sus departamentos.
Ahora bien, mi duda es la siguiente: los dueños de esos perros, no dicen nada???!!!! Ése es el trato? Te pago para que me traslades de lugar a la mascota?
Que ya mismo se haga presente algún organismo de Defensa al Animal!! Acá hay perro encerrado!!!! Encadenado! En manos de corazones de hojalatas. Así cualquiera se gana la vida, tomando sol, fumando y haciendo sociales!
Si nadie toma cartas en el asunto, me veré en la obligación de atar a estos muchachos a los árboles con las propias correas de los perros que pasean, para que sientan en carne propia lo horrible que debe ser querer hacer medio metro y sentir la limitación de algo que te aprieta bien fuerte el cuello.
Guau! Guau! Guauuuuuuuuuu!!!!!!No por favor, no me lo agradezcan! Ha sido un placer.
Fer (imparable)